Mi alma se despedaza
y sólo quiero llorar,
quien diría, quien me viera
cual niño tonto actuar,
¡delante de tu mal!
sólo me queda llorar…
al ver a la que más quiero
de un maleficio capaz.
¡Por qué me empujaste a verte
como al más fiero animal!
Con tu apariencia serena
queriendo justificar
tus acciones que dan pena.
Sufro mucho al observar
tu falta de entendimiento,
cuando en ciertos momentos
explosionas sin paciencia
y atacas sin miramiento
causando resentimiento
a los tuyos que dan pena.
Me pregunto…
quien forzó así el destino
para acabar con lo bueno
dejando sólo el veneno
que intentas vomitar.
Tuviste un mal ejemplo
que quizás así te convenció
para de esa manera actuar,
gritar sin tener paciencia
y por simples cosas explotar,
fregarlo todo sin poca pena
y luego sin remordimiento
hasta con ventaja reclamar,
echando a otros las culpas
de todo tu mal actuar.
|